A la hora de entrada y salida de los colegios, los coches se multiplican, pero los aparcamientos son los mismos, entonces empieza el caos. Algunos quieres aparcar bien y dan vueltas y más vueltas, otros dicen bah, si es un momento, y lo dejan allí mismo, dejando algún otro coche encerrado, un carril inutilizado, en fin: qué os voy a contar. Pues de ahí parte la idea de "El colegio más raro del mundo". No va de eso, sino de la solución que encuentran a eso.
Las ilustraciones vuelven a ser de Ether Gómez Madrid, y la editorial vuelve a ser Anaya, y yo sigo siendo el mismo, aunque una tía a la que veo poco me dice que he cambiado mucho. Yo creo que me confunde con mi hermano. O con mi hermana, lo que sería peor (o no).
Premios